El dolor de culo es uno de los dolores de cabeza más constantes para el biker. Por tiempo que llevemos montando y pese a reducirse considerablemente con el tiempo sigue ahí, persistente, semana tras semana. O al menos después de las salidas más largas. Hoy listamos los métodos más efectivos para reducirlo ( dentro de lo posible ) y que consigas disfrutar todavía más sobre la bici.
¿Cómo solucionar el dolor de culo en la bici?
Asegúrate de que tu cullotte tiene una buena badana. Que el material sea suave y no cree rozaduras es básico, como no llevar ropa interior debajo.
La elección del sillín adecuado es vital para evitar el dolor de culo sobre la bici. Asegúrate de seleccionar la altura e inclinación ideal, de que el tamaño sea el adecuado para tu anatomía ( comprando uno específico para mujer, si es tu caso ), y apuesta por un sillín antiprostático para aliviar la presión en dicha zona.
A la hora de comprar el sillín es recomendable acudir a una tienda física de ciclismo, en la que te medirán la distancia entre los isquiones (los huesos del culo), pudiendo así escoger tu sillín ideal.
Añadir a un buen sillín una funda de gel es otro de los recursos más adecuados para reducir el dolor de culo sobre la bici. Quizá con el tiempo acabes prescindiendo de ella, porque la sensación es distinta a rodar sobre el sillín "a pelo", pero para iniciarse será un alivio muy importante.
Por muy bien seleccionados que estén nuestro sillín y nuestro culotte, las rozaduras son inevitables a largo plazo. Ahí entran en juego los geles antirrozaduras, que aliviarán esos escozores tan incómodos y típicos del verano que convierten cada salida en un infierno. Los polvos de talco o la vaselina son alternativas en caso de que no dispongamos de un gel específico.
Especialmente en nuestros primeros días sobre la bici cambiar de posición es fundamental. Hasta que hayamos "hecho callo" y nuestro cuerpo esté más acostumbrado ponernos de pie cada poco tiempo y dejar caer el peso alternativamente a uno u otro lado supondrá un alivio momentáneo.
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