Iniciarse en el ciclismo de montaña puede ser el
comienzo de una verdadera pasión que nos llevará a vivir bonitas experiencias
sobre nuestra bicicleta en forma de diversión, salud y nuevas amistades. Sin
embargo, existen algunos errores muy comunes entre los principiantes y personas
que se inician en el Mountain Bike que pueden hacer que nuestros comienzos
sobre las dos ruedas no sean todo lo placenteros que desearíamos, e incluso
pueden convertir una futura afición en un recuerdo amargo del que sólo deseamos
olvidarnos.
Para aprender es necesario equivocarse, y eso es algo
que todos ya sabemos. Aún así, para forjar a un verdadero ciclista que ruede y
ruede durante cientos de kilómetros más no es necesario caer en los errores más
comunes que muchos principiantes del ciclismo de montaña cometen en sus
inicios. Entre estos errores, cualquier principiante en el Mountain Bike
debería evitar:
Comenzar con una bicicleta o equipamiento
inadecuados
Lo más importante para iniciarse en el ciclismo de
montaña con éxito es elegir correctamente el equipo con el que rodemos. Una
bicicleta de muy baja calidad como las que predominan en grandes centros
comerciales o, por el contrario, una bicicleta de gama alta con muchos y
complicados ajustes que no sabremos aprovechar no son nada recomendables para
comenzar a rodar. La bicicleta ideal debería rondar los 400 o 500 euros, ser de
un fabricante con una amplia experiencia en el mundo de las bicicletas y
disponer de componentes fiables además de una construcción sólida que pueda
resistir las inoportunas caídas que todo buen principiante puede tener.
En cuanto al resto de equipamiento, es de
vital importancia adquirir un casco adecuado junto con nuestra nueva bicicleta.
En el caso del ciclismo de montaña, el casco ideal debería tener suficientes
aberturas de aireación para asegurar una buena refrigeración en nuestra cabeza
y ser de la talla correcta. Además del casco, unos guantes de verano o invierno
son muy recomendables para evitarnos rozaduras y heridas varias en nuestras
manos, sobretodo en el caso de caídas imprevistas. Por último, un culotte
tampoco debería faltar en nuestra iniciación al Mountain Bike para reducir las
molestias y los dolores que el sillín de la bicicleta pueda provocar en
nuestras desacostumbradas posaderas.
Empezar a rodar con demasiada
energía.
Ya sabemos que rodar a toda velocidad por el monte resulta
muy divertido. Lo que no resulta divertido es encontrarnos sin fuerzas y a
medio gas en mitad de ninguna parte, sobretodo si hemos salido solos. La mejor
estrategia para comenzar a rodar de forma inteligente es la siguiente:
·
Rodar durante el primer
tercio de nuestra ruta en modo de calentamiento. Esto quiere decir que debemos
rodar suavemente para que nuestros músculos se adapten al esfuerzo físico de
forma gradual, sin esfuerzos innecesarios que puedan consumir la energía que
necesitaremos después.
·
Rodar el segundo tercio de
nuestra ruta a un ritmo constante, adecuado a nuestras capacidades físicas y
nuestro rendimiento. Cada ciclista debe encontrar su propio ritmo a seguir y
con el que debe ser capaz de rodar durante muchos kilómetros sin caer en el
agotamiento.
Rodar durante el último tercio
de nuestra ruta más duramente. Apretando el ritmo de marcha o eligiendo un
desarrollo más duro durante los últimos kilómetros de nuestra ruta,
aprenderemos a empujar con más fuerza aunque estemos cansados, algo de vital
importancia para mejorar gradualmente nuestro rendimiento sobre la bicicleta.
No abastecer nuestro cuerpo de
combustible de
forma correcta.
Nuestro cuerpo es como un motor que
necesita combustible para seguir en marcha. Cuando rodamos con la bicicleta,
hacemos uso de las reservas de energía que nuestro organismo tiene almacenadas,
hasta llegar a agotarlas completamente si no las reponemos de forma adecuada.
El ejercicio físico, el calor, el sudor y nuestra propia condición física
marcarán la forma en que debemos reponer el combustible que nuestro cuerpo
necesita mientras rodamos con la bicicleta.
Debemos evitar salir con la bicicleta con el
estómago vacío y debemos hidratarnos con moderación antes de rodar. Una vez
sobre la marcha, lo ideal resulta tomar algunos tragos de agua o bebida
isotónica cada 10 minutos y comer unos cuantos bocados cada 15 minutos. En
términos generales y como medidas de aproximación, deberíamos beber un bidón de
hidratación y comer una barrita energética por cada hora que dure nuestra ruta
en bicicleta.
Comportarse como un sabelotodo que nada necesita.
Muchos de los nuevos ciclistas de montaña que se
inician pueden pecar de un exceso de confianza, especialmente si anteriormente
ya han practicado algún otro deporte con regularidad y cierto éxito. Aunque
pueda parecer lo contrario, el ciclismo de montaña es un deporte ligeramente
complicado que requiere de ciertas actitudes y conocimientos para disfrutar al
máximo sobre la bicicleta.
Cada ruta de Mountain Bike es una nueva oportunidad
para mejorar y aprender, y lo más recomendable es comenzar a rodar acompañado
de otros/as ciclistas que ya tengan cierta experiencia para aprender de ellos.
Una vez llegados al punto en que podamos ayudar a otros ciclistas, podremos
centrarnos en la adquisición de nuevas y mejores habilidades sobre la
bicicleta.
Romper las reglas de las
salidas en grupo
Como hemos visto, la mejor forma de iniciarse en el
ciclismo de montaña y aprender de forma correcta es salir en grupo. En las
salidas en grupo existen ciertos protocolos o normas que, aunque no estén
escritas en ningún sitio, forman parte de la manera de rodar de ese grupo en
cuestión para mejorar la seguridad y posiblemente la diversión de cada ruta
realizada.
Si somos principiantes, lo mejor para no interferir en
el correcto funcionamiento del grupo es situarnos en la cola del mismo y
observar todo lo que sucede a nuestro alrededor. No debemos tener vergüenza ni
miedo en preguntar a cualquiera o pedir ayuda y, con el tiempo, aprenderemos
las costumbres necesarias para rodar en dicho grupo de la forma más divertida
posible.
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