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Como montar tubeless paso a paso

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HERRAMIENTAS NECESARIAS:
  •  Cubierta Tubeless o Tubeless ready. Cubierta específica para el sistema Tubeless.
  •  Desmontables. Nos serán útiles a la hora de montar la cubierta.
  •  Válvulas específicas. 
  •  Llanta tubeless. 

PASO A PASO...
   El sistema Tubeless, como su propio nombre indica, prescinde de la cámara en las ruedas, por lo que las probabilidades de pinchar por pellizco se ven reducidas a casi cero. Se trata de un sistema de llanta y cubierta “herméticos” que retienen el aire sin necesidad de cámara.
   La garganta de la llanta y el talón de la  cubierta crean un sellado que impiden la salida del aire y, junto con una válvula específica, son las dos grandes diferencias respecto a un sistema tradicional con cámara. Si a la llanta Tubeless y al neumático compatible les añadimos también un líquido sellante... ¡adiós a los pinchazos!.


1. Primero debes comprobar que tus llantas y neumáticos son compatibles con el sistema Tubeless, si no es así debemos hacernos con unos que si lo sean.

2. La llanta, aparte de tener una garganta específica para sellar el sistema en conjunto con un neumático compatible debe llevar un fondo de llanta especial para impedir la salida del aire por las cabezas de los radios.

 3. Como dijimos antes las válvulas son específicas y, al carecer el sistema de cámara, van montadas directamente sobre la llanta.

4. Es importante que coloques la válvula totalmente recta en el fondo de llanta para que garantice la hermeticidad del sistema.

5. Por fuera, como ves, también es importante que la válvula no tenga fugas; para ello es la pequeña tórica de goma que ves entre la llanta y la arandela de la válvula.


6. Aprieta bien la arandela de la válvula aprisionando dentro de ella la tórica de goma. Házlo a mano, ¡no uses alicates!

7. Empieza amontar el neumático, una vez dentro uno de los flancos empieza a montar el otro desde la válvula hacia abajo.

8. A la hora de cerrar el neumático puedes encontrarte con que algunos Tubeless ofrecen más resistencia que un neumático normal; ayúdate de un desmontable.

9. Si no tienes una buena bomba de taller quizás te cueste un poco hinchar el Tubeless; en tal caso puedes recurrir a un compresor de gasolinera.


                                                                   

Como ajustar el SAG de la suspensión

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   El SAG o prehundimiento es el factor que hemos de valorar para hacer un buen ajuste de la precarga de las suspensiones de nuestra bici.


   Utilizamos el anglicismo SAG para denominar al prehundimiento de la suspensión. El sag ofrece recorrido negativo a la suspensión, lo que mantendrá la rueda siempre pegada al suelo. Aunque en cierto modo es una simplificación (intervienen más factores, como al inercia, la velocidad...) supongamos que existe un agujero en el suelo: sin sag toda la bici (y nosotros con ella) caerá dentro del agujero, en cambio con sag, sólo caerá la rueda y el resto de la bici (y nosotros) continuará al mismo nivel. La suspensión habrá hecho su trabajo y nosotros ni nos habremos enterado.



           AMORTIGUADOR DE AIRE

1. Deberás conocer la carrera del amortiguador (y de la horquilla). La carrera del amortiguador es la distancia que se comprime el émbolo, ¡no el recorrido de la suspensión! En el caso de la horquilla la carrera es el propio recorrido de ésta. Los amortiguadores de aire suelen traer un aro de goma alrededor del embolo pero para la horquilla tendrás que ponerle una brida. Vacía todo el aire y comprime suavemente la suspensión hasta que haga tope. Vuelve a meter aire hasta que se extienda por completo y mide la distancia desde el cuerpo del amortiguador (o botellas de la horquilla) hasta la arandela de goma (o brida). Esa es la carrera de que dispones (y el propio recorrido de la horquilla).

2. Coloca el aro de goma junto al cuerpo del amortiguador (o la brida junto a las botellas de la horquilla). Súbete a la bici delicadamente y adopta la posición de ataque más común en esa bicicleta; sentado con las manos sobre el manillar para bicis de rally, maratón o enduro, y de pie con el peso equilibrado en bicis de freeride o descenso. Permanece así unos segundos y desmonta con cuidado para no comprimir más las suspensiones.

3. Mide cuánto se ha comprimido la suspensión. Queremos que el sag esté entorno al 20% y el 30% de la carrera. Si quieres una suspensión más firme decántate hacia el 20%. Para una suspensión más sensible aproxímate al 30%. Ejemplo: Si la carrera del amortiguador es de 45 mm., querremos que se haya hundido entre 9 y 13 mm. (45x0,2 y 45x0,3).

4. Añade o quita aire al amortiguador (u horquilla) hasta llegar al sag que quieras, repitiendo los dos pasos anteriores. Hazlo poco a poco, variando 5 ó 10 p.s.i. cada vez.

5. Una vez hayas dado con tu sag, haz dos o tres comprobaciones más para verificar que es correcto.




          AMORTIGUADOR DE MUELLES

   En el caso de amortiguadores (y horquillas) que funcionan con muelle, seguiremos unas directrices parecidas. Para eliminar el efecto precarga vaciábamos la cámara de aire de la suspensión, sin embargo sólo podemos anular la precarga de un muelle retirando éste de su ubicación. A continuación pasamos a operar de la misma forma que hicimos con la horquilla. Ponemos una brida en el émbolo del amortiguador y comprimimos la suspensión para conocer su carrera. Volvemos a colocar el amortiguador en su sitio (sin haber quitado la brida) y a partir de ahora regulamos la precarga del muelle en función del sag que deseemos. Podemos sobrepasar los límites recomendados de sag, alcanzando hasta el 35%, en las bicis de mayor recorrido. Ajustaremos la precarga del muelle, roscándolo (será más duro, se comprime el muelle ¡pero no el resto del amortiguador!) o desenroscándolo (más blando) hasta alcanzar el sag que deseemos. Si al precargar el muelle, necesitamos que éste se comprima más de 6 ó 7 mm. sería recomendable que lo sustituyésemos por uno de mayor dureza, para obtener un mejor comportamiento. Si no llegásemos al sag mínimo, entonces deberíamos sustituir el muelle por uno más blando, a fin de obtener todo el recorrido de la suspensión.



Como ajustar la suspensión a tu peso

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   A diferencia de un coche donde la mayor parte de la masa la pone el propio vehículo, en la bici el máximo aporte de peso es cosa tuya, por eso es tan importante personalizar la suspensión de tu bicicleta según tus características ya que hay enormes variaciones de ajustes entre una persona de 55 kilos y una de 90. No te lo voy a complicar mucho, sólo un par de adaptaciones básicas.



1. PRECARGA

   Con esta palabreja nos referimos al umbral inicial de activación de la suspensión, esto es, la fuerza mínima necesaria para que empiece a moverse. Si eres un tipo pesado necesitarás que el amortiguador tenga mayor precarga inicial (presión en un sistema de aire y giros de muelle en un sistema con muelle metálico) para que no vaya medio hundido sólo con tu peso. Por el contrario, una persona muy ligera necesitará mucha menos precarga en el amortiguador para que la suspensión se mueva.

   Una forma fácil de ajustar la precarga es sabiendo que la suspensión debe comprimirse, cuando subimos a la bici, de un 15 a un 30% de su recorrido total, según prefieras que se sienta más firme (15%) o más sensible (30%) con todo el rango intermedio posible. Si tu bici tiene amortiguador de aire, sigue estos pasos para ajustar la presión a tu peso. Necesitarás una bomba especial de alta presión que en muchos casos se incluye con la bicicleta.

a. Mide la longitud total del amortiguador, del anclaje superior al inferior, sin peso encima, totalmente extendido.

b. Quítale todo el aire, presiona sobre el sillín abajo mientras accionas la válvula con el dedo para que no quede nada y mide nuevamente el amortiguador, ahora totalmente comprimido. La diferencia entre 1 y 2 es el recorrido del amortiguador (que no el de la rueda trasera).

c. Resta 1 – 2 y a lo que te dé, (supón que sea 190 – 130 = 60 mm) aplícale el % que estimes para tu estilo de conducción y terreno, más próximo a un 15% si vas por zonas poco bacheadas y buscas máxima velocidad con menos comodidad y más próximo al 30% si tu caso es el contrario.

d. Pongamos un 20%, por ejemplo, de esos 60 mm totales, o sea 12 mm. Hincha el amortiguador y luego súbete a la bici despacio, con la mochila que lleves encima habitualmente, casco y todo el peso habitual, apoyado en un árbol, y mide lo que se comprime el amortiguador con ese peso. Para medirlo puedes aprovechar el anillo de goma que suele tener el émbolo, mirando lo que se ha desplazado una vez que te bajes, o también puedes pedirle a un ayudante que mida el amortiguador contigo subido en la bici para comprobar que se ha comprimido esos 12 mm que estimamos.

e. Ahora sólo tienes que dar más aire o quitar y seguir haciendo pruebas de subirte a la bici hasta que el amortiguador se comprima esa distancia que hemos puesto como ejemplo.



2. REBOTE

   Muchos amortiguadores tienen regulación externa de rebote, que suele ser un dial rojo, y esta regulación permite abrir o cerrar más el paso de aceite para contener la extensión de la suspensión. Si un amortiguador no tuviera control de rebote tras absorber un bache te lo devolvería recuperándose fuerte con una intensidad casi igual a la del bache que acabas de pasar.

   Para regular el rebote usaremos un escalón o bordillo alto, de 25 a 35 cm, que bajarás sentado en el sillín. Primero el amortiguador se hunde y al instante se recupera. Pues bien, esta extensión debe ser un solo movimiento rápido pero sin brusquedad. Al extenderse debe hacer un solo rebote rápido pero no brusco.

· Si la suspensión, después de subir, baja un poco una segunda vez, el control de rebote es escaso, gira el dial rojo en sentido horario ¼ de vuelta y sigue probando hasta que rebote sólo una vez...

· Si la suspensión no vuelve a su posición al instante, gira el dial rojo ¼ de vuelta en sentido antihorario hasta que la recuperación sea inmediata pero sin un segundo rebote.


3 formas fáciles de colocar tu sillin

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   Tener el sillín a la altura correcta nos ayudará a que las cuestas sean menos cuestas sobre la bici, que bajando nos encontremos más seguros y que nuestro pedaleo sea más eficiente.


   La altura de sillín tiene más importancia de la que popularmente se le da y de hecho es uno de los factores que más influencia tiene sobre la eficiencia de pedaleo. Pon el sillín a la altura inapropiada y no sólo irás incómodo y no aprovecharás la fuerza de tus piernas sino que además puedes estar arriesgándote a una lesión. La altura está relacionada con la longitud de tu pierna por eso lo primero que has de hacer es obtener una buena medición de la misma.



1- MIDE

   Averigua la distancia en centímetros que hay desde tu periné o entrepierna hasta el suelo. Descálzate y ponte con la espalda pegada a una pared. Usa un libro, carpeta o regleta para ponerlo con una cara apoyada en la pared y otra contra la entrepierna. Fíjate en que el libro o lo que uses permanezca bien perpendicular a la vertical y toma la medida hasta el suelo. Presiona el libro hacia arriba, del mismo modo que lo haría el sillín.


2- CALCULA

   Según los estudios biomecánicos, la altura correcta es el 88% de la longitud de la entrepierna, por lo cual no tienes más que usar la medida que acabas de obtener y multiplicarla por 0.88.


3- EJECUTA

   La distancia obtenida tienes que colocarla en tu bici tomándola desde el eje pedalier (el centro sobre el que giran las bielas) hasta la parte alta del sillín, siguiendo una línea paralela al tubo y a la tija de sillín. Ten en cuenta que esta altura no es un parámetro inmutable sino una referencia que podrás variar. 


¿Y SI NO TENGO EL METRO ENCIMA?

   Una manera muy práctica de averiguar cuál es tu altura correcta, algo menos precisa, es la de fijarte en la extensión de rodilla.

1.-  Súbete a la bici y siéntate sobre el sillín. Haz que un ayudante te sujete.

2.-  Apoya los talones sobre los pedales, con toda la mitad anterior del pie saliendo por delante.

3.-  Pedalea hacia atrás, con los talones.

4.-  En el punto en el que el pie está más alejado del sillín (abajo, un poco adelantado), la pierna ha de quedar totalmente extendida, sin que la línea de caderas pierda la horizontalidad en ningún momento, y siempre pedaleando con los talones. 
   Si tienes que hacer bajar la cadera para llegar a la extensión de rodilla o pierdes el contacto con el pedal tienes que bajar el sillín. Haz que tu ayudante te ponga un dedo en el trocánter (hueso de la cadera) y se fije en que no baje al pedalear atrás.
   Si no llegas a la extensión completa en el punto inferior tienes que subir el sillín hasta lograrla. Ten en cuenta que se pedalea apoyando la zona del metatarso del pie (parte más convexa de la planta) por lo que aunque al pedalear con los talones (para la prueba) las rodillas se extiendan, al dar pedales con el metatarso (situación real) no debe haber extensión total de rodilla en ningún momento.

SI AÚN TE QUEDAN DUDAS...

   Si no estás seguro de llevar la altura correcta o piensas que el sillín se te ha podido bajar durante un trayecto, haz la prueba de pedalear hacia atrás con los talones, que explicamos en esta misma página, al pasar al lado de un escaparate, fijándote en tu reflejo. Recuerda que debes ver tu pierna extendida abajo, sin balanceo de cadera.

1.-  Si pedaleas casi siempre sentado cerca de la parte posterior del sillín puede ser porque la altura a la que lo llevas sea insuficiente. Al irte atrás buscas mayor altura, ya que te estás alejando de los pedales.

2.-  El caso contrario, si vas cerca de la punta del sillín es probable que lleves una altura más alta de la que te corresponde y por eso, de modo natural, te acercas a los pedales adelantándote. 

3.-  Si tu frecuencia de pedaleo es elevada (más de 85-90 r.p.m.) te encontrarás más cómodo con el sillín adelantado y unos milímetros más bajo de lo que te dicen las reglas, así favoreces la subida de la pierna en la fase de pedaleo, haciéndola más rápida. Para saber a qué revoluciones pedaleas, cuenta las veces que el pie derecho pasa por la parte más alta de su recorrido en 15 segundos y multiplícalo por cuatro. 

4.-  Si pedaleas despacio (70-75 r.p.m.) es preferible que retrases ligeramente el sillín y lo subas unos milímetros. Vas a poder aprovechar mejor la potencia de extensión de tus cuádriceps. 

5.-  Cuando usas un sillín blando ten en cuenta que te vas a hundir ligeramente sobre él. Tenlo en cuenta a la hora de medir la altura para poner el sillín unos milímetros más alto. 

6.-  Si tienes molestias en la parte anterior de la rodilla es probable que la altura de sillín que llevas sea insuficiente. 

7.-  Si las molestias son por la parte posterior, en la zona poplítea, puede que te hayas excedido al subir el sillín.


   




3 formas de perder peso en rodillo o bicicleta estática

   


   Si hace demasiado calor para salir en bici o prefieres la intimidad de tu hogar para irte despojando de tus calorías porque te resulta más cómodo o sencillo, solo necesitas una bicicleta estática o un rodillo para usar con tu bici normal.

1 - Fartlek de interior
0-5'. Calentamiento. Empieza con un desarrollo suave, al 50% de intensidad y ve aumentando 5% cada minuto durante 5'.

6'-10'. Pon un par de coronas más, pedalea al 70% y aumenta al 85% durante los últimos 15” de cada minuto.

11'-13. Recupera al 60% con una marcha suave.

14'-19'. Alterna 15” en pie con 15” sentado. Al ponerte en pie pon un desarrollo más duro y al sentarte uno más suave para girar rápido las piernas.

20'-21'. Recupera al 60% con una marcha suave.

22'-25'. Haz 1' de pedaleo con una sola pierna, cambiando cada minuto a la otra pierna.

26-29'. Repite la secuencia 50” al 70% + 10% al 90%

30-32'. Acaba con pedaleo suave a menos del 60%

2 - Puerto casero
0'-5'. Calentamiento como en la sesión anterior

6'-8'. Con un desarrollo medio pedalea al 80% a 80 rpm

9'-10'. Baja al 70% con una marcha suave

11'-13'. Usa una marcha más dura que en la fase 6-8' y mantén 80 rpm. ¿Te suben las pulsaciones?

14'-15'. Recupera al 70% con una marcha suave

16'-18'. Pon una marcha más dura que en la fase 11-13 y mantén 80 rpm.

19'-20'. Recupera al 70% con una marcha suave

21'-23'. Pon la marcha más dura y pedalea sin bajar de 70 rpm, sentado.

24'-39'. Repite los cambios de los minutos 9 a 23

40'-45'. Acaba con pedaleo suave de recuperación.

3 - Explosión de energía
0'-12'. Haz un calentamiento progresivo, empezando al 60% y acabando al 70%

13'-22'. Repite la secuencia (10” a tope a más de 100 rpm + 50” suave) hasta completar el tiempo.

23'-25'. Pedalea con una cadencia cómoda al 60%

26'-30'. Repita la secuencia (45” al 70% + 15” progresivos del 75% al 85%) hasta completar el tiempo.

31'-33'. Recupérate con una cadencia de 80 rpm al 60%.
*Para hacerte un plan de entrenamiento con estas sesiones quema calorías, intercala entre ellas días más suaves, a ritmo constante no más allá del 60-70% de tu FC máxima.

Como lubricar correctamente tu bici



   Chasquidos, crujidos,...esos ruidos horribles que nos pueden amargar toda una jornada suelen tener todos la misma causa, una falta de aceite o grasa en un determinado punto. El engrase es la vida de la bicicleta, lubrica las articulaciones, elimina rozamientos y desgastes excesivos a la vez que permite que todo funcione con suavidad y silenciosamente. Seguro que nunca te has parado a pensarlo, pero una bici rígida tiene del orden de 30 a 40 ejes de giro entre frenos, desviadores, y otras partes giratorias, y sin contar los de los eslabones de la cadena. La cosa se complica en una doble suspensión, y más si los pivotes son de casquillos de fricción que son más susceptibles a la entrada de suciedad y a provocar música indeseada.
   No te preocupes, con un fácil mantenimiento periódico estos males no aparecerán o los eliminarás si ya los padeces. Después de cada lavado, un engrase externo en los puntos estratégicos y ya tenemos la batalla encaminada a la victoria, como pueden ser la cadena, los muelles de los pedales o las articulaciones de los cambios. Estos puntos  debemos hacerlos siempre, pues de no ser así el déficit de aceite derivará rápidamente en ruidos e imprecisiones en los mecanismos.
   Otra cosa es la lubricación de ejes de giro de la suspensión o las roscas del eje de pedalier, en las que se necesita dedicar más tiempo, aunque eso sí, una vez hecho sus efectos perdurarán varios meses. Más adelante te enseñaremos cómo hacerlo.

TRUCOS:
- Para facilitar la extracción de las fundas de los topes engranaremos piñón grande y plato grande, y luego sin dar pedales bajaremos en las manetas a piñón y plato pequeño. De esta manera los cables quedarán destensados y no se resistirán. Engrasa también los topes de las fundas por la parte interna, donde entran las fundas.

- A veces se notan unos pequeños ruidos al girar el manillar a ambos lados. Se debe a la fricción entre las fundas, y los topes del cuadro. Engrásalos y desaparecerán. Ese ruido también podría llegar de la propia dirección, si se hubiera contaminado, tendrás que desmontar, limpiar y engrasar.

- En bicicletas con cableado inferior no hay que olvidar engrasar la guía de los cables de la caja del pedalier, para que deslicen suavemente por ella y no afecten al funcionamiento de los cambios. No estará de más que esta pieza, generalmente de plástico, la sustituyas cada cierto tiempo, ya que con la fricción del cable acaban formándose surcos.

- Los bujes Shimano tienen unas gomas exteriores en forma de cono que en ocasiones provocan un chirrido con el cuerpo del buje que se soluciona con una gota de aceite en la zona de contacto.

- Un buen hábito es engrasar la cadena cada vez que salimos a montar, y ya de paso los pedales y los pivotes de los cambios. Después cada cierto o cuando notes la necesidad puedes ponerte manos a la obra y hacer un engrase más profundo. Tu bici lo agradecerá, evitarás desgastes prematuros y funcionará como la seda durante más tiempo.

MATERIAL NECESARIO:
1 Un bote aceite en spray con Teflón. Con él alcanzaremos lugares a los que el aceite normal no podrá llegar, como los pivotes de los cambios.

2 Aceite especial para la cadena.  Desde los más normales de vaselina a los más avanzados de Teflón, algunos de estos especiales para terrenos secos que evitan que se pegue el polvo, aunque requieren un engrase cada poco tiempo. Para el agua o el barro, mejor más denso.

3 Grasa especial para rodamientos como los bujes y la dirección. Suelen ser muy densas y repelentes al agua. También nos servirá para engrasar roscas, la tija del sillín o la zona de contacto entre potencia y manillar.

4 Casi exclusivamente para lubricar los pivotes de la suspensión, si es de casquillos de fricción, grasa con Teflón por sus propiedades de baja fricción.

5 Una cubeta especial para la limpieza. Podrás meter y limpiar a conciencia pequeñas piezas como la cadena.

                                       

Como solucionar tus problemas con el cambio

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   Desde tu última ruta el funcionamiento del cambio ha empeorado repentinamente, no te baja bien a los dos piñones pequeños. Has comprobado que la cadena está limpia y lubricada pero eso no arregla el problema. ¿a qué puede deberse?
   Cuando la transmisión o el cambio se ensucian, el indexado de cambios comienza a empeorar paulatinamente, no de pronto. Si además la cadena está limpia y engrasada, casi podemos descartar un problema de acumulación de suciedad. No obstante, conviene hacer periódicamente una limpieza y lubricado de toda la transmisión.
   Una primera causa probable es que el cable haya sufrido un tensado muy brusco por alguna razón, y otra que el cambio haya recibido un golpe y la patilla esté doblada.
   Hay que revisar bien el encaje de la funda del cambio en los soportes del cuadro y tensor del mando de cambio: en ocasiones, si pueden salirse por alguna razón y no vuelven a su posición, dejando el cable tenso.
   Si la patilla está doblada por un mal golpe al cambio, lo sabrás identificar fácilmente mirando la bici desde atrás, y tendrás que poner una nueva. Esto no es un estándar, así que tendrás que consultar en al tienda para conseguir la que necesitas. La patilla es justamente igual que un “fusible”. Si le das un golpe fuerte al cambio se doblará la patilla pero no afectará al resto del cuadro, y es mejor cambiar al patilla que el cuadro entero, ¿no?
   Así pues, si el cambio deja de funcionar bien, haz en este orden
1)Comprueba que los topes de las fundas de cable están bien asentados
2)Comprueba que la patilla no esté doblada
3)Haz una limpieza y lubricado de los cables.
4)Haz una limpieza completa de la transmisión
  

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