Si tus frenos han adquirido un tacto “raro” y ya no retroceden como antes, sino más lentos, hay algo que puedes probar antes de recurrir al sangrado del circuito.
Si los frenos muestran un retorno lento de la maneta o de las pastillas de freno, o un recorrido excesivo de la maneta, puede que los pistones estén pegados o sucios en la pinza de freno. Antes de purgar el sistema, intenta suavizar el accionamiento del pistón o pistones siguiendo los pasos de esta rápida comprobación.
1. Desmonta la rueda del freno afectado.
2. Aprieta la maneta de freno varias veces hasta que las pastillas de freno casi entren en contacto entre sí.
3. Introduce el separador de pastillas (proporcionado por el fabricante junto al freno o bicicleta nueva) entre las pastillas para separarlas hasta la anchura total del separador.
4. Retira el separador de pastillas.
5. Repite los pasos 1 a 4.
6. Vuelve a montar la rueda.
7. Aprieta la maneta de freno varias veces para colocar las pastillas de freno a la distancia adecuada del disco (se colocan automáticamente).
8. Si hay roces entre disco y pastillas, recoloca la pinza, aflojando los tornillos de fijación al cuadro.
Haz girar la rueda y comprueba el funcionamiento del freno. Los pistones deberían moverse libremente y no debe haber un recorrido excesivo de la maneta de freno. Si no mejora, probablemente haya que realizar un limpiado externo de los pistones y un purgado del sistema.
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